Productores reportan pérdidas de hasta el 50 % en sus cosechas
La inestabilidad climática ha golpeado de forma directa a los productores mexicanos de cempasúchil, flor emblemática del Día de Muertos. Lluvias torrenciales, seguidas de periodos de sequía prolongada, han provocado la pérdida de hasta el 50 % de las cosechas en estados como Puebla, Morelos, Hidalgo y el Estado de México, donde se concentra la mayor producción nacional.
De acuerdo con testimonios de agricultores, el comportamiento irregular del clima alteró los ciclos de siembra y crecimiento del cempasúchil. En algunos casos, los plantíos se vieron anegados por las lluvias de septiembre, mientras que en otros la falta de agua durante el verano redujo el tamaño y la floración de las plantas.
El impacto no solo amenaza la oferta de flores en los mercados locales, sino también el ingreso de cientos de familias que dependen de esta actividad temporal. Productores estiman que los costos de producción se incrementaron hasta en un 30 % debido a la necesidad de resembrar o adquirir fertilizantes adicionales para rescatar parte de los cultivos.
Especialistas en cambio climático advierten que el fenómeno no es aislado. Las variaciones extremas de temperatura y precipitación están afectando cada vez más a la agricultura tradicional mexicana, poniendo en riesgo cultivos emblemáticos y prácticas agrícolas ligadas a las festividades culturales del país.
A pesar de las pérdidas, los productores mantienen su compromiso con la tradición. En los próximos días, miles de flores de cempasúchil —aunque en menor volumen— comenzarán a llenar los mercados, cementerios y altares de todo México, recordando que detrás de cada flor anaranjada hay una historia de esfuerzo y resistencia ante los embates del clima.

