Un nuevo análisis científico encendió las alarmas al encontrar que las personas con apnea del sueño no tratada podrían tener hasta el doble de riesgo de desarrollar enfermedad de Parkinson. El estudio, basado en el seguimiento de miles de pacientes durante varios años, detectó una fuerte asociación entre este trastorno respiratorio nocturno y el deterioro neurológico.
La apnea del sueño ocasiona interrupciones constantes en la respiración, disminución de oxígeno en el cuerpo y alteraciones en la calidad del descanso, condiciones que, según los investigadores, podrían favorecer procesos inflamatorios y daño celular en el cerebro.
Aunque los especialistas aclaran que la relación no implica necesariamente una causa directa, subrayan que el hallazgo es suficiente para impulsar diagnósticos tempranos y tratamientos oportunos. Recomiendan que quienes presenten ronquidos intensos, pausas respiratorias o cansancio persistente acudan a una evaluación clínica, ya que terapias como el CPAP pueden reducir complicaciones futuras.
El estudio refuerza la importancia de no subestimar los trastornos del sueño, pues su impacto puede ir mucho más allá del cansancio diario.

